Autora: Ramón Ernesto Moyano
Ramón Ernesto Moyano, escritor aficionado. Nací el 15 de marzo de 1964 en la ciudad de Villa Carlos Paz, provincia de Córdoba, lugar que amo y en donde resido.
Participé en distintos concursos de escritura:
El cuento «EL DOLOR LLAMA A SU PUERTA «, en el Certamen virtual de cuento en la sociedad española Cosquín 2021.
En el concurso «Arreando estrellas» de Concordia, con el cuento ” LA ESTANCIA”.
En el 77º Concurso internacional de poesía y narrativa, celebración de las letras 2022 organizado por el Instituto Cultural Latinoamericano, Segundo premio, con el cuento EL ESCRITOR TRISTE.
Obtuve mención de honor en la edición 79º de Poesía y Narrativa, CAMINO DE LAS PALABRAS, organizado por el Instituto Cultural Latinoamericano, con «CRÓNICA DE UN EXTERMINIO”.
RecibÍ la mención de honor en el 80º concurso internacional de Poesía y Narrativa , RENACER DE LAS LETRAS, organizado por el Instituto cultural Latinoamericano, con el cuento denominado EL ÚLTIMO ENTERRADOR
En el 81º concurso internacional de poesía y narrativa, organizado por el Instituto Cultural Latinoamericano, EL FARO DE LA PALABRA. He obtenido mención de honor con el cuento ACUSADO.
Autor de la novela. MALDITO JURAMENTO. Premiada por el FONDO EDITORIAL DE LA MUNICIPALIDAD DE VILLA CARLOS PAZ en 2024.
Fragmento de «Maldito Juramento»
Allá por 1826, la paz de las tolderías del cacique Petey se rompió abruptamente con el alevoso ataque del coronel Rauch y sus tropas. La vida de un niño se quebró para siempre al morir sus padres y desaparecer su hermano.
El pequeño es llevado con sus tíos a los toldos del cacique Yanquetruz. Años después al participar en la batalla de Las Acollaradas, es tomado prisionero y trasladado a una estancia.
El sentimiento de venganza corre por sus venas. Luego de un tiempo escapa junto a un amigo, al cruzar un río caudaloso nuevamente las garras del hombre blanco caen sin piedad sobre él.
Esta vez deberá “cumplir con la patria” en un fortín. Cuando por fin logra la libertad decide luchar a muerte para defender los derechos de su gente.
Varios años después, en los primeros días de 1878, el presidente Avellaneda, nombra ministro de guerra a Julio Roca, esto significó firmar la sentencia de exterminio hacia nosotros. Este hombre hábil y sin escrúpulos, apodado el zorro, contaba con el apoyo de la gran mayoría de los políticos, militares, estancieros, se rodeó de jefes capaces como Racedo, Villegas y Levalle entre otros.
Estos se encargaron de hostigarnos y perseguirnos permanentemente. Evoco los últimos días de lucha, allá por 1885; nos rendimos ya no había más por hacer, nuestro destino fué cruel, las autoridades hicieron promesas que nunca cumplieron. Las familias fueron entregadas como servidumbre a los blancos y a nosotros nos enviaron a la isla Martín García.